Por mí trabajo tengo que leer mucha narrativa infantil y juvenil, y creedme que cuesta encontrar un libro que no sea facilón y trate a los niños o a los adolescentes cómo si fueran tontos. Por eso me ha gustado este libro: es para niños a partir de diez años, pero te puede gustar igual aunque te lo leas con treinta.
Los personajes clásicos de los cuentos infantiles quedan en esta historia "deconstruidos" (¡qué palabreja! Pero es la que toca...). En fin, que en este libro al pirata no le gusta el ron, el payaso no sabe hacer reír, el vaquero es amigo de los indios y el fantasma no da miedo. Todos ellos van en busca de autor, como en la obra de Pirandello y cada uno sale con su historia bien contada.
La única pega: por ahora sólo está publicado en valenciano.
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