Esta es una de esas primeras novelas que acaban siendo premiadas y tienen un relativo éxito. Hisham Matar cuenta en ella la vida en Trípoli durante los primeros años de Gaddafi en el poder. La originalidad radica en que todo pasa por la mirada de un niño. La crueldad infantil y la inocencia se dan la mano muchas veces y es imposible distinguir una de otra. Con una madre "enferma" y un padre disidente, el protagonista de nueve años, Soliman, se siente solo y desatendido y sus problemas acabarán siendo un reflejo de los problemas que atraviesa su país.
Un libro muy interesante.
A mí me ha recordado a Persépolis, sobre todo al principio, por el tema y por esa mirada infantil del conflicto.
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