
Esta primera novela de Sarah Waters es una auténtica delicia. Ambientada en la Inglaterra decimonónica (época que la autora controla muy bien, por lo visto), trata de la joven Nancy Astley que tras ver en el music-hall a Kitty Butler, que hace un número de travestismo, queda prendada de ella. Las consecuencias de esta obsesión son el centro de la novela, que nos lleva al Londres de la época, donde el travestismo y el lesbianismo no son tan tabús como podríamos pensar.
La BBC hizo una miniserie basada en este libro:
